Analiza las causas del proceso inflacionario venezolano y las soluciones al problema, enfatizando que su origen no es la especulación ni la llamada “guerra económica” aducida por el gobierno, y que su solución no se logrará a través de los controles gubernamentales
Se advierte sobre la ineficacia de los controles para doblegar la inflación y sobre las negativas consecuencias que tendrían las acciones de controles y obligación de remarcaje de precios que se estaban aplicando en noviembre de 2013, fenómeno conocido como “el dakazo”
Por qué los controles de precios no son eficientes para abatir procesos inflacionarios
Se enfatiza sobre las consecuencias adversas de la política de hostigamiento gubernamental a las empresas privadas, lo cual les dificulta grandemente su actividad productiva. Eso, a su vez, incrementa la dependencia de las importaciones, haciendo muy vulnerable a la economía a reducciones abruptas de los precios petroleros. Se concluía diciendo que el gobierno podía violar leyes económicas básicas por un tiempo, como lo estaba haciendo, pero no por siempre. Se alertaba que esa violación tarde o temprano generaría consecuencias muy negativas, como de hecho sucedió.
a imposición de precios regulados exiguos, que ni siquiera cubren los costos, lleva inevitablemente al desabastecimiento
Sobre los temores, incertidumbre y expectativas negativas que se crearon en los meses que siguieron a la imposición del control de cambios en febrero de 2003, y algunas sugerencias para mitigar estos estados de ánimo y zozobra que tanto daño causan en una economía
Los precios se tienden a establecer en base a los costes esperados de reposición, y no necesariamente de acuerdo a los costes incurridos. Esto es particularmente cierto en ambientes con alta incertidumbre, como los que se crean en presencia de estrictos controles, cambiarios y de otra índole