La hora de la verdad
Sobre la visión que a fines de 2002 teníamos sobre la crisis política que vivía Venezuela, que nos llevaba a pensar, erróneamente, que era inevitable la materialización de un cambio político para reconstruir al país, basándolo en sólidas instituciones que aseguraran la idoneidad, funcionalidad e independencia de los poderes públicos. Como se sabe, eso no solo no se dio, sino que lo que entonces teníamos por delante era un largo camino de costosos errores y desvaríos que le costarían muy caro a Venezuela