Ataque a los productores
Cómo el hostigamiento permanente a los productores privados está minando la capacidad de producción local e incrementando la dependencia de importaciones
Cómo el hostigamiento permanente a los productores privados está minando la capacidad de producción local e incrementando la dependencia de importaciones
Sobre las razones que explicaban por qué se esperaba un repunte de la inflación venezolana en el año 2009
Sobre el desconcierto que produjo un fuerte repunte de los precios petroleros a comienzos de junio de 2008, a pesar de ya estarse produciendo signos recesivos en la economía norteamericana. Semanas más tarde comenzó el desplome de esos precios
Sobre las consecuencias de las decisiones de estatalizar empresas, de confiscar fundos, de captar y utilizar fondos públicos por vías amañadas sin ningún tipo de regulación y control y de otras acciones gubernamentales
En referencia a los preocupantes cambios sobre la autonomía del BCV y del uso discrecional de las reservas internacionales para financiar gasto público planteados en la reforma constitucional propuesta en 2007
Si una economía con tipo de cambio fijo padece una inflación mayor a la de los países donde adquiere los productos que importa, la misma está condenada a padecer un proceso de apreciación real de su moneda que, a la larga, acarrea consecuencias muy negativas
Sobre la dependencia de la renta petrolera que caracteriza a la economía venezolana y que la hace vulnerable al depender tanto de los volátiles precios petroleros
Sobre qué influye en el comportamiento del tipo de cambio libre dentro del control de cambios vigente desde 2003
En medio de la bonanza petrolera creada por el aumento sostenido de los precios petroleros de 2004-2008 advertíamos que de estancarse o bajar esos precios esa bonanza no se podría mantener, y menos si la brecha creada por los menores ingresos se pretendieran cubrir con dinero inorgánico generado por el BCV
La caída de los precios petroleros de varias semanas de agosto y septiembre de 2006 demostraron, una vez más, cuán vulnerable es la economía venezolana a las variaciones de esos precios, sobre los que el país tiene muy poca capacidad de influencia