Cosechando tempestades
La profunda crisis que se vivía a mediados del año 2002 era producto de las malas políticas eco¬nómicas y sociales de los tres años y medio precedentes, así como del pésimo manejo de la cuestión política
La profunda crisis que se vivía a mediados del año 2002 era producto de las malas políticas eco¬nómicas y sociales de los tres años y medio precedentes, así como del pésimo manejo de la cuestión política
Sobre mi reincorporación como columnista regular de El Universal, después de más de dos años de ausencia, y sobre el llamado del nuevo ministro de planificación de ese momento, Felipe Pérez, a la creación de expectativas económicas favorables, como una condición de base para la superación de la crisis que entonces se vivía
Los compromisos sociales del Estado consagrados en la nueva constitución, si bien puede responder a las mejores intenciones de los asambleístas que los aprobaron o del presidente Chávez, simplemente son económicamente inviables. Por lo que su imple-mentación no sólo podría acarrear severas distorsiones de carácter fiscal y financiero, sino también presiones de tipo social y político
La recuperación de los precios petroleros durante 1999 parecía estar llevando al gobierno a implementar una política fiscal ampliamente expansiva, que si bien se podía justificar en ese momento de recesión económica, también levantaba suspicacia de si, al igual que en el pasado, después de lograr un crecimiento transitorio y efímero, se estaría condenando nuevamente a la economía a una situación de alto riesgo y vulnerabilidad, que la llevara a una severa crisis en el período ulterior de debilitamiento de los precios
El llamado que hacíamos en 1999 a la reflexión y a la sensatez, para evitar que decisiones motivadas por intereses políticos bastardos, o por el deseo de venganza y desquite personal, afecten el desempeño de Pdvsa, lo cual iría en desmedro de la economía y de todos los venezolanos
Sobre la eventual reinstauración de la retroactividad de las prestaciones sociales planteada en 1999, después de su eliminación el año 1997, y los efectos que ello podría acarrear
Sobre la necesidad de crear un fondo de estabilización macroeconómica (FEM), instrumento esencial para minimizar, o por lo menos mitigar, la vulnerabilidad de nuestra economía a los vaivenes de los precios petroleros, donde se ahorrare parte de los ingresos adicionales del petróleo en los años de altos precios, para contar con recursos que amortiguaran la caída de ingresos en los años de bajos precios
Sobre los logros en los primeros cien días de gobierno del presidente Chávez, pero sobre las dificultades que este enfrentaba a futuro, no siendo de esperar que los resultados ulteriores fueran tan favorables
Los aumentos súbitos de los precios del petróleo en varios casos han permitido a nuestros gobernantes seguir el camino fácil e irresponsable de postergar los ajustes y reformas que se necesitan para afrontar graves desequilibrios presentes en la economía, condenándonos a sufrir situaciones mucho más adversas y penurias mayores una vez que pasa aquel auge transitorio de los precios
Sobre la conveniencia o no para Venezuela de integrarse económicamente con Brasil, tal y como estaba planteado en 1999