Publicado en el diario “El Universal” de Caracas. Sábado 16 de abril de 2005
Con ese título publicó recientemente el historiador español Mario Hernández Sánchez-Barba un extraordinario libro sobre El Libertador, en el que analiza a Bolívar y a su obra en su temporalidad histórica. En una primera parte, explica el autor la importancia que tuvo en la formación del joven Simón, por una parte, el ambiente de búsqueda de libertad de expresión que trajo a América el pensamiento de la Ilustración, en el que se adentró bajo la tutela de su maestro Simón Rodríguez y, por la otra, los viajes en sus años de juventud, que le permitieron conocer y analizar los procesos políticos de Europa y Estados Unidos. Todo ello dejó en él una huella imborrable, que lo llevó al convencimiento de la necesidad de lograr la libertad en América, particularmente después de la invasión napoleónica a España y del ulterior absolutismo despótico de Fernando VII a partir de 1814, dando al traste con los ideales de los liberales españoles plasmados en la Constitución de Cádiz de 1812.
Es a través de la guerra la única forma de lograr el objetivo independentista, llevando esto a la segunda fase de la vida de Bolívar, en la que, con un tesón indoblegable, no cesa ni un momento en su empeño de lograr la libertad, aún en los momentos más adversos, como 1815, cuando tras dos derrotas y exilios, aflora el visionario al escribir su Carta de Jamaica. Coincide Hernández Sánchez-Barba con Germán Carrera Damas en que es ese el punto de partida del proyecto de Bolívar: la independencia seguida de la integración multiterritorial, para luego alcanzar la consolidación continental con un nuevo orden constitucional.
Después de describir de manera sucinta y brillante la campaña militar y política que culmina con el triunfo de Ayacucho sobre España, pasa el autor a analizar la fase final de la vida de Bolívar, cubierto de gloria, pero lleno de frustraciones, causadas por los anhelos personalistas de varios de sus seguidores, que dan finalmente al traste con su sueño de integración continental. Ello lo lleva a un ingrato final, caracterizado por la crítica y el distanciamiento de muchos de sus otrora incondicionales seguidores.
Nos presenta Hernández Sánchez-Barba una extraordinaria obra, en la que, de forma concisa y amena, nos muestra el lado humano de Bolívar, destacando sus grandes virtudes, pero también sus debilidades y pasiones, tan características de los grandes de la historia.