Publicado en el diario «El Nacional» de Caracas. Lunes 25 de mayo de 2009
Al examinar el comportamiento del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) estimado por el Banco Central de Venezuela (BCV) y el Instituto Nacional de Estadística (INE), se concluye que la inflación acumulada en los cuatro primeros meses del año fue de 6,7%, menor a la del año pasado, que se ubicó en 8,9%. ¿Significa esto que la inflación en Venezuela está cediendo y que podemos esperar que en 2009 los precios aumenten más moderadamente que en 2008? No lo creo. Es más, pienso que en los meses por venir veremos un repunte inflacionario de importancia, que de hecho ya se está produciendo.
En efecto, en abril el INPC aumentó 1,8% con respecto a marzo, inflación algo menor que la de los últimos meses de 2008. Esa desaceleración se debió principalmente a la reducción de 0,4% de los precios de los alimentos, productos que, según el BCV y el INE, no experimentaron encarecimiento alguno en febrero y marzo. Sin embargo, cuando se analizan otros indicadores se concluye que la presión alcista de los precios está en franca expansión. Así, el núcleo inflacionario, que refleja en forma más precisa el aumento del costo de vida, ya que es similar al índice de precios al consumidor, pero corregido de los factores estacionales y de controles, mostró un crecimiento de 3,1% en abril, siendo su aumento acumulado en los cuatro primeros meses del año de 9,6%.
Por su parte, la inflación a nivel de mayorista del mes pasado fue de 3,0%, pero los productos importados aumentaron 8% debido a la restricción de divisas preferenciales y a la necesidad de adquirir los dólares en el mercado paralelo a una tasa de cambio mucho más alta. Adicionalmente, los precios al mayor de los productos alimenticios, bebidas y tabaco aumentaron 3,3%, las prendas de vestir 4,9% y los productos textiles y de cuero 7,5%. Igualmente, los precios a nivel de productor subieron 4,4 % en abril.
Esas cifras lo que nos indican es que el mes pasado se produjo un repunte inflacionario de importancia, contribuyendo a ello el aumento de la tasa de impuesto al valor agregado de tres puntos porcentuales. Sin embargo, es válido preguntarnos por qué los aumentos de precios a nivel de productor y mayorista fueron mucho mayores que a nivel de detal o de consumidor. Ello posiblemente se debió al recrudecimiento de los controles de precios y de producción que se han venido aplicando, pero todos sabemos que la efectividad de esas medidas son transitorias y efímeras, ya que cuando las mismas se extreman en su aplicación lo que producen es desabastecimiento y aumentos de precios, pues condenan a los productores y a los distribuidores a trabajar a pérdida. El gobierno está intentando corregir esas “perversiones” del capitalismo con la promoción de las empresas socialistas en las que no estará presente la búsqueda del lucro, pero es muy poco probable que ese nuevo esquema productivo que se intenta desarrollar genere los resultados deseados: el abastecimiento del mercado a bajos precios.
Otro factor que está incidiendo para que la inflación a nivel de consumidor sea menor que la que se está produciendo a nivel de mayoristas y productores es la menor capacidad de compra de los venezolanos, que hace que los detallistas teman que de trasladar a los consumidores los mayores costos que ellos padecen sus ventas se contraigan abruptamente.
En cualquier caso, las presiones inflacionarias están creciendo y lo seguirán haciendo en los meses por venir, afectando esto a todos los venezolanos, pero con mayor contundencia a los que menos tienen, quienes no poseen medios para protegerse contra ese implacable y devastador flagelo.
Imagen: Sumarium.com