Publicado en el diario “El Universal” de Caracas. Sábado 30 de septiembre de 2006
Durante el primer semestre de 2006 el ingreso fiscal creció en un 40% en comparación con igual período del año precedente. Esto se debió al notable aumento de los precios petroleros durante ese período, permitiendo esto que las erogaciones del gobierno central también se incrementaran, y que, de hecho, lo hicieran con una intensidad mucho mayor. En efecto, el total de egresos experimentó un crecimiento del 73%, mientras que los gastos operacionales aumentaron en más de un 80%, haciendo que las necesidades de financiamiento para cubrir el exceso de gastos sobre ingresos en los primeros seis meses del año estuvieran en el orden de los 11,5 billones de bolívares. Dado que la inflación promedio fue de 11,9% en ese período, es fácil concluir que el incremento del gasto real fue descomunal.
Eso explica por qué la oferta monetaria en poder del público creció en forma disparatada, haciendo que el consumo privado aumentara intensamente y que la actividad productiva se viera estimulada. Todo ello se logró en medio de una inflación relativamente moderada debido a las masivas importaciones que ayudaron a complementar la oferta interna, y que se pudieron hacer por disponer de abundantes y baratos petrodólares.
El escenario económico del primer semestre se podrá mantener en la medida que los ingresos petroleros sigan aumentando, es decir, que los precios de exportación continúen creciendo. Su estancamiento o debilitamiento, más temprano que tarde, desaceleraría la locomotora del gasto público que ha estado moviendo a la economía, ya que si se pretendiere mantener su velocidad con un combustible de baja calidad, como sería el dinero inorgánico creado a través del financiamiento del déficit por el BCV, hacia donde nos llevaría ese vehículo es a una crisis segura.
Imagen: revistamyt.com