Los graves desequilibrios que padece la economía venezolana, en buena medida debido a las malas políticas públicas que se han implementado durante mucho tiempo y al reciente desplome de los precios petroleros, exigen la implementación de un complejo plan de ajuste económico que afronte y corrija los distintos desbalances en múltiples áreas de la economía. Ese plan es doloroso y traumático para la población, en particular para los más pobres, por lo que tienen que ser aplicado con inteligencia y complementándolo con programas sociales eficaces que mitiguen sus consecuencias adversas. Lamentablemente no hay soluciones mágicas a tan graves problemas.