El líder del cambio
Por qué pensaba en los meses previos a la elección presidencial de diciembre de 1998 que Henrique Salas Römer era la mejor opción para ser elegido
Por qué pensaba en los meses previos a la elección presidencial de diciembre de 1998 que Henrique Salas Römer era la mejor opción para ser elegido
De las oportunidades que se abrían ante la reducción del valor de mercado de la deuda pública externa de Venezuela a mediados de 1998, como consecuencia de los ataques generalizados que sufrieron los mercados emergentes y, en nuestro caso específico, de las expectativas negativas en materia cambiaria, política y petrolera de esos meses
Sobre la extraordinaria iniciativa “Un cariño para mi ciudad” implementado durante la segunda mitad de los años 90 y presidido por la primera dama doña Alicia Pietri de Caldera; esta consistía en la recuperación de áreas urbanas por parte de las distintas empresas privadas del país
Sobre cómo alertábamos en los meses anteriores a la elección presidencial de diciembre de 1998 sobre la necesidad de elegir a una persona capaz de liderar el proceso de cambio requerido en el país, y no a un caudillejo que, al igual que los del pasado, no fuera capaz de generar bienestar y progreso a la población, sino que tan sólo ofreciera vengar nuestra frustración a través de la eliminación de los jerarcas del caduco y corrompido sistema anterior, e implantar políticas incoherentes y agotadas que ya han fracasado
Sobre la crisis que se vivía en 1998 debido a la disminución de los precios petroleros y a la alta vulnerabilidad de la economía a esa variable tan volátil, vulnerabilidad que habría sido mucho menor de haberse atendido una serie de sugerencias que se habían planteado en el pasado, pero que fueron desoídas
Sugerencias sobre medidas a tomar para manejar la crisis creada por la caída de los precios petroleros de 1998
Sobre la importancia que tiene el conocimiento de la realidad macroeconómica y su posible evolución en el proceso de toma de decisiones empresarial
Ante la necesidad de cambio de la sociedad venezolana que existía a fines del siglo XX se planteaba la necesidad de que el voto de cada uno de nosotros tenía que fundamentarse en el raciocinio y en la búsqueda de un futuro mejor, en vez del simple deseo de castigo a quienes lideraron un sistema de gobierno caduco y fracasado que se debía erradicar
En el nuevo modelo que nos tocará vivir, el Es¬tado seguirá jugando un papel de gran importancia, aun cuando muy distinto al que tuvo en el esquema de las últimas décadas del siglo pasado. Si bien no podrá seguir actuando como el padre generoso del pasado, recaerán directamente sobre él obligaciones y tareas fundamentales, entre las que destaca liderar el proceso de cambio, y hacer que todos los agentes so¬ciales unan esfuerzos con él en la consecución de los objetivos deseados
Al cumplirse dos años del lanzamiento de la “Agenda Venezuela”, ¿cuál es el balance de su implementación?