Publicado en el diario “El Universal” de Caracas. Sábado 17 de mayo de 2003
A fines de 2002 Edicson Ruiz, un muchacho venezolano de tan sólo 17 años, se transformó en el miembro más joven en la historia de la legendaria Orquesta Filarmónica de Berlín, para muchos el pináculo de las agrupaciones musicales del mundo. Después de concursar con cincuenta músicos consagrados, algunos de ellos miembros de las más renombradas orquestas europeas, Edicson fue seleccionado como contrabajista regular de la Filarmónica, participando en todos los conciertos regulares y en las giras locales e internacionales de la orquesta. Pero, ¿de dónde salió ese prodigio?
A los diez años Edicson ingresó al Sistema de Orquestas Infantiles, núcleo de San Agustín, formándose bajo la tutela del profesor Félix Petit. Rápidamente se transformó en el contrabajista principal de la Orquesta Infantil Nacional de Venezuela, dándole esto la oportunidad de participar en las múltiples giras internacionales exitosas de esta agrupación, insignia del extraordinario movimiento musical creado y dirigido por José Antonio Abreu. El año 2000, en una triunfante gira de la orquesta por Alemania, el ojo acucioso del maestro Klaus Stoll, contrabajista principal de la Filarmónica de Berlín y uno de los mejores intérpretes mundiales de ese instrumento, captó los extraordinarios dotes de Edicson, invitándolo a participar en un ciclo de clases magistrales que éste impartía en Berlín. Así empezó la fructífera relación del gran maestro y su extraordinario discípulo, que culminó con el vibrante triunfo de ser seleccionado por todos los miembros de la Filarmónica para formar parte de esa prestigiosa agrupación.
En el año 2001 Edicson ganó el primer premio en la categoría de 15 a 19 años del Certamen Internacional de Jóvenes Contrabajistas, el concurso de mayor prestigio en su ramo a nivel mundial, siendo el concursante más joven entre un grupo de 27 solistas del mundo entero.
Uno de los factores más influyentes en la vida de Edicson ha sido, sin duda, su madre, Morela Derruelles, mujer de escasos recursos, pero infatigable y de gran tesón, que ha luchado con ahínco para darle a su hijo las posibilidades de triunfar, esfuerzos que han sido más que compensados por la excepcionalidad de Edicson.
Orgullo nacional el que debemos sentir todos los venezolanos por este joven compatriota, que desde tan temprana edad ha alcanzado la cúspide.