Brasil, nuevo socio comercial

Publicado en el diario “El Nacional” de Caracas. Martes 24 de julio de 2007

 

En un reciente reporte se señala que Brasil se ha transformado en un importante socio comercial de Venezuela, habiendo aumentado sus exportaciones hacia nuestro país de una manera notable. En efecto, entre 2003 y 2006 sus ventas a Venezuela aumentaron en casi un 500%, mientras que nuestras exportaciones a ese país, que fundamentalmente se limitan a derivados del petróleo, incluso han disminuido en ese lapso, ya que Brasil cada vez se hace más autosuficiente en materia energética. Ello ha hecho que el saldo comercial entre las dos economías sea ampliamente favorable al país carioca, al punto de que en los dos primeros meses de este año éste superó los US$ 510 millones.

¿A qué se debe este desbalance? Simplemente a que ese país tiene un grado desarrollo y de diversificación de su economía muy superior al nuestro. Desde hace ya varías décadas los brasileños han venido implementando de forma sostenida y eficiente un plan de desarrollo coherente, pragmático y con reglas claras, que busca la diversificación de su economía a través del fomento de las inversiones, tanto locales como foráneas, del incremento sostenido de las exportaciones, de la sustitución de importaciones y de la implantación de políticas públicas racionales. Para lograrlo, se han aplicado una serie estímulos, tales como la reducción de aranceles a las importaciones de materias primas, equipos e insumos, el financiamiento gubernamental con bajos intereses a proyectos de inversión, múltiples incentivos fiscales, creación de zonas para la fabricación de productos de exportación en áreas de bajo desarrollo, dotación de terrenos y de servicios públicos a bajo costo para proyectos de exportación, aplicación de regímenes de drawback y de exoneración arancelaria, financiamiento a bajo costo para los exportadores, y muchos otros. El fruto de esa política consistente y sostenida está a la vista: una economía diversificada, altamente eficiente y competitiva, con un marcado sesgo exportador.

Nosotros, por el contrario, insistimos en mantener el esquema de economía rentista y dependiente del ingreso petrolero, de estímulo de las importaciones a través de la sobrevaluación de la moneda, y de ausencia de políticas de diversificación económica y de fomento de inversiones y de exportaciones. Ello, combinado con la ausencia de políticas efectivas de generación de empleo y de aumento de eficiencia, nos ha llevado a ser cada vez menos competitivos.

No sorprende, pues, el resultado tan poco favorable que hasta ahora se ha obtenido de la nueva relación comercial con nuestro vecino del sur.

 

Imagen: Renderasbusiness.com